miércoles, 13 de agosto de 2008

Aquellos Varones

En mayo del 2007 el Papa Benedicto XVI durante su visita al Brasil regañaba a los miembros de la Iglesia Católica brasileña por la abrupta perdida de fieles a causa de las sectas evangélicas y otros cultos afines. No es para menos, a principios de los años ochenta la totalidad de católicos en el Brasil sumaba el 90 % de la población, en 20 años esa cifra decayó hasta llegar a irrumpir con solo el 70 % de la población. ¿Por qué ese desencanto?
Es probable que los fieles no hallaran en la fe católica todas las respuestas que esperaban, o que sus almas no encontraron el suficiente consuelo necesario para paliar las necesidades del día a día. Simplemente descubrieron que las nuevas religiones les otorgaban la paz espiritual que ellos buscaban.
En casi 2000 años la Iglesia Católica no ha sufrido cambios esenciales; Es la institución más reacia a transformarse, los nuevos tiempos y la actual visión del mundo no parecen inmutarle. Rechaza cualquier situación que pretenda sacarle de su añeja tradición. Reprueba lineamientos contemporáneos tales como: control de la natalidad, liberación sexual, la inclusión, respeto a los homosexuales dentro sociedad y hasta avances científicos en el campo de la genética, a los cuales tacha de inmorales y anticristianos. Por lo que no se debe extrañar que muchos adeptos de la religión Católica hayan decidido cambiarse de fe o sencillamente no formar parte de ninguna.
Admiro fervientemente algunas órdenes religiosas dentro de la Iglesia católica como por ejemplo los salesianos por su ferviente amor y servicio al prójimo, los jesuitas por su alto grado de intelectualidad, los misioneros que haciendo a un lado miedos y prejuicios llevan el mensaje de Cristo a sitios inhóspitos y peligrosos. Pero nunca podre estar de acuerdo con al alto purpurado del Vaticano y sus facciones a lo largo del mundo, que dentro de su torre de marfil pretenden imponer su visión arcaica del mundo , que se llenan la boca hablando de pobreza cuando la riqueza y el oropel se desborda de sus templos y cuentas bancarias . Que se mantienen pidiendo perdón con total desparpajo a lo largo del mundo por la lascividad de algunos de sus prelados cuando lo que las víctimas necesitan es justicia. Que intentan ser guardianes de la moralidad y las buenas costumbres, porque según ellos es su legado divino, cuando cada día que pasa están más alejados de la humanidad.
Por lo que no es de extrañar que la alta cúpula de la Iglesia Ecuatoriana tome partido por el No en el próximo referéndum, aunque nos quieran hacer creer que no han tomado causa por ninguna posición, pero el camuflaje vestido es tan transparente que hasta un ciego lo podría ver. El argumento expuesto es que la nueva Constitución atenta contra la fe, por considerarla abortista, inmoral, y destructora de los valores familiares e inclusive la han tachado de estatista. Por lo que la cruzada por el No ya se ha tomado varios púlpitos, donde se ha dejado de lado la religión para caer en la política, hasta nos han llegado rumores que algunos curas en sus sermones dominicales han calificado a la Nueva Constitución como instrumento del diablo.
Lo irónico de la situación es que otros sacerdotes de la rama más progresista de la Iglesia, aquellos que si conocen las necesidades de la gente por que han estado cerca de los sectores más paupérrimos de la patria, no encuentran las anomalías que observa la Cúpula Eclesiástica al proyecto constitucional en ciernes. Hasta la califican de positiva, incluyente e innovadora.
El pueblo a quien debe creer. A nadie. Es necesario que se informe, lea a conciencia y saque sus propias conclusiones. Que se aleje de fanatismos que nada bueno traen. Que las decisiones surjan de sus propias convicciones. Que las nefastas influencias no obnubilen nuestro juicio.

Francisco Martínez Semanate
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