lunes, 19 de marzo de 2007

El Asentamiento del Caos


El otro día conversando con uno amigos comentábamos que si el Ecuador exportara el Paro o Huelga, sería el tercer rubro de nuestra economía después del petróleo y las remesas de dinero que envían los inmigrantes. Con tristeza tengo que comentar que tras diez años de debacles, no hemos aprendido nada. Las rebeliones que apoyamos con entusiasmo se han ido diluyendo en manos de nuestros supuestos representantes y los errores cometidos, pareciera, que tienen la desgracia de repetirse.
Constatamos es estos días que en nuestro país no existe el dialogo, el consenso, la concertación. Todo se resuelve a gritos, amenazas, epítetos y pedradas. La bronca y el tumulto es la bandera.
El caos como define el diccionario: “Es la falta de orden, concierto y claridad, la carencia de pensamientos claros. Estado caracterizado por la torpeza intelectual e incoherencia de ideas”. ¡Le suena conocido! parecería que este contexto diagnostica al Ecuador.
Es lamentable, comprobar día a día, la confrontación entre los diferentes poderes del Estado .Ver que nadie se interesa por el Ecuador, ya que todos quieren llevar agua hacia su molino, sin entender que esta bronca constante solo nos lleva a ser mas tercermundistas.
En la última elección, el país aposto por el cambio, pero el Presidente sigue usando las misma prácticas de la partidocracia, que dice combatir; la pelea constante solo llevará al deterioro de su imagen. El Congreso Nacional, como a sido su costumbre desde el regreso a la Democracia , no representa al pueblo responde más bien a los intereses creados detrás de cada partido (llámense caciques, empresa o corporaciones).
Un Estado eficaz no es aquel que mayor desarrollo económico tiene, es aquel donde impera la ley. Donde se establezca claramente los deberes y derechos de los ciudadanos. Es claro pensar que es potestad el establecimiento de una Asamblea Constituyente donde se operen los cambios profundos y necesarios, dentro del marco jurídico del país; donde se defina el papel de las instituciones y el establecimiento del estado de Derecho. La asamblea no debe ser una plataforma donde se perpetuarisen los poderes existentes o peor aun responder intereses partidistas.
Esta claro que la Asamblea Constituyente , no acabara con los problemas del Ecuador real (pobreza, desempleo, educación, inmigración etc.), pero impondrá las pautas para atacar estos problemas.
Luchemos por lograr este objetivo; pero sin caer en el caos y la anarquía, que solo nos lleva a estar más el en fondo del hueco en que nos hallamos

Francisco Martínez Semanate