Deshacer El Mundo

Muchas veces aunque la verdad es ante nuestros ojos, no somos capaces de verla. Nos acostumbramos a escuchar falacias que de tanto escucharlas se trasforman en conformidades. Nos habituamos a que cada día maten nuestros sueños. Nos amoldamos a que nos llamen ingenuos.

Ha pasado casi un año y medio del gobierno de la Revolución Ciudadana y si observamos con un ojo crítico, sin la mediación de los agoreros del desastre, casi todas las propuestas y promesas de campaña son hoy una realidad.

El Presidente Correa ha dejado de lado la demagogia de la Partidocracia para cimentar el camino al cambio por todo mandado. Este camino no ha sido fácil. Se ha tenido que superar viejas estructuras que anquilosadas en el poder, no podían permitir perder sus privilegios e influencia. Aunque los métodos empleados no han sido los mas convenientes, los resultados obtenidos si son los mas factibles.

Lo que más le duele a la Partidocracia no es solo perder su predominio, lo que realmente le causa escozor es que utilicen sus consagrados métodos para sacarlos de la partida.

Tenemos hoy una Asamblea Constituyente que sin ser ninguna maravilla esta haciendo lo posible, por normar las nuevas reglas del juego. Que existen propuestas tan coloridas que muchas veces nos desconciertan. Que el tiempo apremia y todavía no se vislumbra el esqueleto constituyente, ya que se discuten muchas especificaciones y se dejan de lado las generalidades necesarias que forman una Constitución. No dudamos de la buena fe de los asambleístas y todos esperamos que actúen a la altura que el país necesita para tener una carta magna que sobrepase la coyuntura.

Hoy no existe más la tercerización triquiñuela utilizada por algunos empresarios para chupar la sangre de sus empleados y evadir impuestos. Ante esta medida no ha faltado quien en nombre de tan probos señores denuncie que el país sufrirá mayor desempleo y las empresas tendrán que emigrar al no tener estabilidad. Les digo a todos estos caballeros (y algunas damas) que no amenacen ni adviertan, simplemente cumplan ¡Váyanse! Tengan la seguridad que nadie los va a extrañar. No necesitamos personas que solo piensen en su beneficio; que crean que solo es negocio cuando se gana el ciento por ciento; que no cumplan las leyes que el país reclama.

Hay muchas otras cosas a favor. Hoy es necesario que los educadores tengan el mejor nivel ya que existen pruebas para medirlos y no prebendas y compadrazgos como antes. Los libros de las escuelas públicas son de una gran calidad que van de acuerdo a como va el mundo y dejan de lado visiones arcaicas. Existe el SOAT para mediar de alguna forma los imprevistos que se aparecen por los accidentes de tránsito. Una reestructuración de las FF AA y la Policía cuya perspectiva de país no era la adecuada. Los hospitales públicos están mejor equipados y no solo en ciudades grandes también en los pueblos olvidados. La cultura no es ya un privilegio sino una obligación del Estado. Todavía faltan muchas cosas por hacer y algunas decisiones no han sido las más adecuadas pero el nuevo aire que se respira nos da nuevas esperanzas.

Los cambios nunca son fáciles. Cambiar un mundo que estaba establecido sobre la base de muchos intereses mezquinos, excluyentes y uniformes, no es un sendero por un jardín de rosas. Es un camino largo, tortuoso muchas veces por vías cerradas y pésimamente pavimentadas. Que para hacernos la carga más pesada aparecen profetas que como el bíblico Jeremías nos agoran calamidades y lamentos. Muchas personas, gracias a ellos perderán la brújula y se sentirán perdidos, pero la luz existe, es la que hemos escogido la mayoría para beneficio de todos.

Muchos de los cambios tardaran en asentarse, muchos tardaran en ser aceptados. Los rendimientos que nos aporten talvez nunca los veamos. Pero lo importante será que ayudemos a construir el país que anhelamos.

Francisco Martínez Semanate
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